viernes, 26 de junio de 2009

Por qué decir NO al macrovertedero de Llanera de Ranes


Un movimiento cívico amplio comienza a emerger con fuerza de las entrañas de una serie de comarcas que algunos creían muertas. Cientos personas de la Canal de Navarrés y La Costera han comenzado a movilizarse frente a la decisión unilateral del Consistorio de Residuos –competente desde 2007 en la gestión de los mismos- en ubicar un macrovertedero en la localidad de Llanera de Ranes.

En algún sitio se tiene que dejar la basura, es cierto, y es el principal argumento que esgrimen los partidarios del citado vertedero. Lo intolerable es, sin embargo, que dicha instalación acogería los residuos –no sólo orgánicos, sino de todo tipo- procedentes de La Vall de Albaida y La Safor (con Gandía y Oliva como puntas demográficas, sobre todo en verano), comarcas que no han tenido nada que ver con las dos primeras, ni histórica ni social ni geográficamente hablando. Así, la planta albergaría una carga anual de 180.000 toneladas de residuos, procedentes de más de 400.000 habitantes, con una extensión de unas 330 hanegadas (unos 40 campos de fútbol). Eso es lo intolerable. Alrededor de 16.000 camiones anuales repletos de basura circularían por la carretera de Alcudia.

También es cuestionable la forma en que dichos residuos se tratarían. La basura sería simplemente enterrada en un socavón bajo tierra, lo que generaría, según la asociación ecologista de Enguera, ADENE, sustancias tóxicas, tanto en estado sólido, y líquido como gaseoso. El olor, por otro lado, a pesar de que sería reducido por la tecnología, no sería eliminado y, en días lluviosos o con viento de levante, llegarían hasta cinco kilómetros a la redonda. Los problemas sanitarios, serían otra fuente de problemas.

También están las cuestiones –fundamentales- de la agricultura y el turismo, actividades a todas luces afectadas por el macrovertedero. En primer lugar, los terrenos cultivables a un radio de varios kilómetros dejarán de ser válidos para ello, por el olor y el deterioro ambiental de la zona. En segundo lugar, el turismo, fuente principal de recursos de la Canal de Navarrés (sobre todo para Anna, con la Albufera como estandarte), se vería fuertemente dañado, sobre todo por el impacto visual que supondría la planta de eliminación. Nada desestimable es también otra razón de fuerte peso: justo debajo de donde se proyecta el macrovertedero existe uno de los acuíferos más ricos de toda la Península. La filtración de los lixiviados –sustancias líquidas cancerígenas que desprende la basura- podría mezclarse con el agua y despotabilizarla, contaminando otra fuente de riqueza natural y privando de ella a la ciudadanía.

En conclusión, la decisión del Consorcio ha sido, una vez más, debida sobre todo a intereses económicos y técnicos, sin respetar los sociales, que son los que, fundamentalmente, deberían importar: la gente. Ni el terreno es el primordial, como ya se ha visto, ni la zona es la ideal, ni la envergadura que pretende abarcar es la adecuada. La estrategia, por lo tanto, es obvia, y resalta por qué los socialistas de La Safor son partidarios de esta ubicación: colar a una zona con escasa densidad de población y pocas ansías de reivindicación, un macrovertedero que sea el centro de deshechos de zonas turísticas internacionales, de sol y playa, como son Gandía y Oliva. Una vez más, detrás de todo esto, el inefable Alfonso Rus, presidente de la Diputación, despreocupado ya de un cargo como alcalde en Xátiva que se le queda pequeño al lado de los intereses que posee por el otro.

Aún así, estamos asistiendo a un movimiento social inaudito en nuestras comarcas. En La Costera y La Canal, focos tradicionales de inmovilismo, se ha constituido una Plataforma cívica, independiente de cualquier poder político, con la información de la población como prioridad. No sólo rechazamos la instalación del macrovertedero en nuestra zona, sino en cualquier zona. Los vertederos son necesarios, pero el actual modelo es desproporcional y sólo beneficia a las grandes ciudades. En las zonas rurales desechamos ser el estercolero de la urbe, y por eso promovemos plantas de tratamiento y eliminación a nivel comarcal. A lo sumo, este vertedero debería abarcar, para ser sostenible socialmente, tan sólo las comarcas de La Canal de Navarrés y La Costera, y desengancharse así de Albaida y La Safor, zonas ajenas a nuestro desarrollo.

www.noalmacrovertedero.wordpress.com

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