martes, 7 de julio de 2009

Alfons Rus, el Berlusconi español



Alfonso Rus, alcalde de Xàtiva y, desde hace poco, presidente de la Diputación de Valencia ha obtenido un ascenso meteórico en el poder en los últimos años. Su popularidad, a la par que la de políticos de la talla de Camps o Fabra, le ha hecho ganar la alcaldía setabense durante varias elecciones seguidas. Se podría decir que es todo un zoon politikon. Un experto en democracia. Y todo a pesar de sus excesos y sus virajes fascistas, que pueden enumerarse brevemente:

1. Oposición a toda forma de cultura. Reiterados han sido los intentos de Rus de evitar todo aquello que huela a cultura y de lo cual no pueda obtener algún rédito político o económico. Como aquel nazi que decía: “Cuando oigo la palabra cultura me llevo la mano a la pistola”, Rus se vanagloria de mantener a raya a los intelectuales locales, y no duda en insultarlos si es precios. Es el caso de sus críticas a los profesores que apoyaron la huelga educativa de abril, a quienes llamó “gilipollas”. O, más recientemente, a los artistas locales: “SI me critican, no actuarán”, dijo, en el último pleno, en clara alusión a cantantes como Raimón.

2. Negocios fraudulentos. Nits al castell, organizado por un hombre que cobra 18.ooo euros y para cuyo espectáculo existe un acceso muy restringido –Rus opta por vender las entradas en su despacho, a conocidos-, se ha convertido en un negocio casi privado para la alcaldía. Entre los artistas, megaestrellas internacionales, ninguno local. ¿Qué pasa con Raimón? Más recientemente, su apoyo al macrovertedero de Llanera de Ranes como presidente de la Diputación, nos lleva a pensar en cómo, puestas en una balanza, predomina su cargo valenciano que el de alcalde de Xàtiva. Como no, ya se ha anunciado el pelotazo en la adjudicación de los terrenos.

3. Espectacularización de una política para las masas. Cuando Rus habla, todos deben callar. Su prepotencia es de escándalo y su forma de emitir la palabra, de la manera más ruda e insoportable posible, hace ver como intenta ganar votos con la chulería. Tratar a la gente de masas pasivas es una de sus mayores habilidades, que, incomprensiblemente, tiene resultado.

4. La Dipu te beca. Como el mejor de los reyes, sultanes y despótas, RUs decidió, en uso de su cargo alto en la diputación, que era buena idea hacerse la foto con cada uno de los ganadores de una beca para esos trabajos en prácticas en los ayuntamientos. De nuevo, intento por sacar rédito electoral. Como Franco y Primo de Rivera con los periodistas, la increíble ocurrencia de crear un carné para tenerlos controlados. Desplazarse a Valencia, obligatorio para todos ellos, muchos de los cuales eran hijas e hijos de no pocos alcaldes populares. ¿Casualidad o causalidad? Gusta ver el rostro de complacencia de Rus al agarrar a bellas adolescentes por la cintura.

Lo dicho: entre Rus y Berlusconi hay un paso, en el que encontramos harenes con prostitutas de lujo alrededor del susodicho. Todo se andará. Entre ambos y el fascismo, el paso sigue siendo del mismo modo muy corto.