jueves, 6 de marzo de 2008

Felicidades

Cuando nada valía nada y todos nosotros nos encontrábamos muertos de asco, buscando ese algo que a la vida le faltaba, apareció, como la estela resplandeciente del Sol al amanecer, como la llegada ansiada de la primavera en los primeros meses del año. Malos Humos fue como acordamos llamarnos, sin discusiones. Quizá será por lo único que no lo hemos hecho, con toda la normalidad que eso supone en un grupo de personas.
Desde aquellos inicios, en los que comenzamos alcanzando la tierra del rock, nuestras historias se han construido en blanco y negro, y nuestras vidas han cambiado radicalmente. Comprendimos que ese algo que nos faltaba era tocar en un grupo, en el
que hemos encontrado una piña. Ensayo tras ensayo, los decibelios nos han salpicado de buenos momentos, también de noches de pena; pero lo que está claro es que hemos aprendido cosas, nos hemos curtido y todo ello nos ha servido para olvidarnos de los marrones y los problemas que las circunstancias siembran en cada una de nuestras vidas.
Nos hemos hecho más vividores, al salir de la cárcel en la que nos hallábamos encerrados. Siempre rodeados de colegas, a los que damos todo nuestro agradecimiento por llenar el ambiente de marihuana (que alguien la legalize) y de cerveza, que nunca nos han faltado.
En un principio, el punk parecía un género con el que comenzar, por su sencillez; pero poco a poco nos ha ido cautivando (sobre todo al que escribe) hasta ocupar buena parte de nuestros corazones. Él es el que más nos transmite a todos, la gasolina que día a día nos empuja a seguir hacia delante y que, en épocas oscuras, nos ilumina y nos motiva para continuar trabajando en nuestro proyecto común. Por eso, nuestra primera canción trató de denunciar las víctimas del poder que este maldito país y sistema siembran día tras día, desde aquella nostálgica República que el franquismo nos quitó. Por todo ello, nos reafirmamos en nuestra condición anárquica y libertaria por naturaleza.
Muchas anécdotas nos han acompañado, como la proclamación de Petit como reina de la noche (lo siento, tenía que meter esa canción), pero sobre todo, nuestros ideales se mantienen intactos y ningún capital los borrará: reafirmamos nuestro derecho a dar la vara, nuestro amor al vicio y nuestro rechazo a ni Dios, ni amo; aunque ese dios sea el mismísimo Jesucristo García. Más recientemente, nos oponemos a esos terroríficos campos de golf con Pelotaris World, en lo que es nuestro granito de arena para intentar que Anna no se convierta en una Tierra Quemada, ni en ningún campo de exterminio. Porque no queremos participar en esa destrucción medioambiental, generada desde el asentamiento del capitalismo al que a día de hoy el mundo vive tan absolutamente sometido, con independencia de los partidos políticos que gobiernen.
En fin, han pasado ya tres años desde aquellos primeros ensayos, quien lo diría; desde aquel concierto en Enguera que parecía que iba a cambiar nuestra vida. La verdad es que lo hizo, nada volvió a ser igual desde entonces. Recuerdos inolvidables son los únicos que recuerdo de Malos Humos, como aquella vez en la que una botella de champán se derramó sobre Pere. Sí que es cierto que podríamos hacer más por mantener esta piña, que últimamente (por novias, curros, ciudades de por medio o simplemente porque nos hacemos mayores) parece estar en declive. Es verdad que cada vez ensayamos menos, no hemos salido mucho a tocar y no nos ponemos de acuerdo para acabar la dichosa maqueta (cualquier día prometemos terminarla), por ello la autocrítica es la mejor forma para mejorar y no disolver esa amistad que nos une, aunque cada vez noto que somos más fríos entre nosotros. Espero que quedemos más, que nos tomemos más cervezas y escuchemos más veces la del FIFA, porque si algo tengo claro es que no quiero dejar de ser un malhumero. Así, alejemos ese olor a muerte del que muchos piensan que esta impregnado el grupo y limitémonos a tocar, porque es lo que nos hace más fuertes.
Para acabar, sólo reafirmar nuestra intención de no parar de molestar, de practicar sexo en la calle más periódicamente y hacer lo posible para aliviar las secuelas de esta Mierda de Vida. No sé que tienes, Malos Humos, pero desde que te ví no puedo olvidarte.
Gracias por todo.

No hay comentarios: